"Cuando pedí cita con mi neurólogo para una revisión me llamaron del
centro de citas de la Comunidad de Madrid.
Insistieron bastante en decirme que había mucha lista de espera en mi
hospital y que por qué no me iba a otro de gestión privada como el de
Móstoles". Así lo cuenta Ana Sanz una paciente madrileña que padece
migraña crónica y acude una vez al año a revisiones en el Hospital de
Alcorcón, su centro de referencia.
"Me presionaron varias veces en esa misma llamada para que me fuese a otro hospital"
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Me presionaron varias veces en esa misma llamada para que me fuese a otro hospital
con la excusa de que aquí había mucha lista de espera". Pero Ana se
negó alegando que no le corría prisa al tratarse de una revisión y que
además ella es trabajadora del hospital.
ESTRELLA DIGITAL
ha hablado con la directora general de atención al paciente, Elena
Juárez, y niega que se llame a los pacientes para ofrecerles el cambio a
otro hospital con la premisa de que hay mucha lista de espera. Sin
embargo, Ana Sanz asegura lo contrario. "Insistieron e insistieron y ya
les dije que aparte de ser ciudadana de Alcorcón trabajo en el Hospital
de Alcorcón. Se quedaron cortados y me dijeron 'prepárate para la lista
de espera',
pero ni lista de espera ni nada, en 20 días estaba pasando consulta".
Según las fuentes consultadas por
ESTRELLA DIGITAL,
el funcionamiento en estos casos de la sanidad madrileña es el
siguiente. Se indica una intervención quirúrgica, una revisión o una
prueba médica, el paciente pasa a una lista de espera y a continuación
recibe una llamada telefónica de un call-center dependiente de la
Comunidad de Madrid que le incita a trasladarse a un hospital de gestión
privada para evitar una supuesta lista de espera muy grande. Pero la
presión no termina ahí.
Si el paciente no accede a cambiar de hospital, recibe una carta que afirma que queda fuera de la lista quirúrgica.
Según esta información, así funciona el Gobierno regional, que desde la
inauguración de los siete hospitales de gestión privada parece que pone
en marcha el trasvase de pacientes procedentes de centros públicos con
la excusa de largas listas de espera.
"Existen esas llamadas y existe esa coacción", afirma Miguel Ángel Martínez, paciente del
Hospital Gregorio Marañón.
Miguel Ángel Martínez vive en Madrid y sufre diabetes. Hace poco más de
un mes contrajo una bacteria denominada 'Elicobácter pílori'. Tenía
cita para realizarse una endoscopia en su hospital y al igual que le
ocurrió a Ana Sanz recibió una llamada. "Me ofrecieron hacerme la prueba
en la clínica privada San Camilo. Yo me negué, a favor y en defensa de
la sanidad pública. Entonces me dijeron que dejaba de estar en la lista
preferente y que no me harían la prueba hasta junio en mi hospital".
La
CAM juega con la falta de aclaraciones, la confusión y la ignorancia
del paciente para lograr su propósito de trasladarlos al sistema de
gestión privado
Al padecer diabetes y no poder
alimentarse correctamente debido a la bacteria, los bajones de azúcar
pueden llegar a ser muy fuertes y pueden poner en riesgo su vida, por
eso decidió acudir a urgencias. "Tuve que recurrir a la urgencia
hospitalaria.
Existe sobresaturación, como en el hospital Gregorio Marañón que está llegando al colapso absoluto".
Una
doctora del hospital Gregorio Marañón que prefiere ocultar su identidad
para evitar represalias explica que recientemente acompañó a una
familiar al ginecólogo porque tenía que ser intervenida de una patología
benigna. "La paciente y el ginecólogo acordaron una fecha para realizar
la intervención y a pesar de eso recibió una llamada de un call-center
diciendo que no podía realizarse la cirugía en el centro previsto. Le
ofrecieron otros centros alternativos, uno de ellos la fundación Jiménez
Díaz" (también privada). La paciente rechazó la oferta y fue operada en
la fecha que pactó con su especialista.
Según explica esta doctora,
la
Comunidad de Madrid juega con la falta de aclaraciones, la confusión y
la ignorancia del paciente para lograr su propósito de trasladarlos al
sistema de gestión privado y expone como ejemplo el caso de su
familiar. "Ella asume que su sistema la está protegiendo. La paciente no
sabe por qué la llaman y cree que hay un problema cuando en realidad no
es así. Va a tratarla un ginecólogo que la conoce, que la ha valorado
cuidadosamente y con el que ha pactado la fecha de la cirugía".
Una práctica que se ha intensificado en los últimos meses
Desde el sindicato de médicos
AMYTS y la plataforma en defensa de la sanidad pública
PATUSALUD, denuncian que esta práctica lleva en marcha desde hace más de un año pero que estos últimos meses se ha intensificado.
Fuentes de
AMYTS confirman a
ESTRELLA DIGITAL que desde hace una semana
han comenzado a distribuir entre los médicos y las consultas dos documentos:
"Uno para informar y avisar a los pacientes de que si reciben una
llamada de la Comunidad de Madrid diciéndoles que se trasladen de
hospital, antes de tomar ninguna decisión se pongan en contacto con su
centro para informarse. El otro papel es para ayudar a los pacientes que
vienen muy enfadados porque incluso les han amenazado, a poner una
reclamación que llegue al gerente del hospital".
Por su parte, la plataforma
PATUSALUD
asesora a los usuarios en los hospitales sobre este "mareo
institucional que no persigue otro objetivo que el de desviar a la
privada los pacientes para que la Comunidad de Madrid consiga su plan de
deteriorar la calidad del sistema público". Gracias a su labor como
plataforma en la defensa de la sanidad pública, conocen muchas de las
historias que han sufrido los pacientes madrileños a lo largo de los
últimos años en la región.
Está previsto que para el próximo mes de abril, en la Feria del Libro de Madrid, 'Marea Blanca' vea la luz. Un escrito con historias reales que denuncia la escasa ayuda de la clase política a la sanidad pública.